viernes, marzo 31, 2006

Caminos de la facultad

Memoria del espacio donde me moví varios años: La Facultad de Electrónica en Popayán

Sus pasillos son oscuros, pero más bien amplios. Esta repartida en cuatro pisos (y un palomar con antenas). Tiene varios salones, estos si iluminados. Algunos llegan a ser un horno por la llegada directa de los rayos del sol. Hay varias rutas de escaleras. Comparte su espacio con la Facultad de Ingeniería Civil.

Cuando uno está en los primeros semestres, pasa la mayor parte del tiempo en el primer piso. La entrada principal tiene dos puertas de vidrio más bien grueso, que resultan un consuelo ante los oscuros pasillos.

Cada vez hay más gente como consecuencia de los nuevos programas que se han incluido en las dos facultades que habitan en ese edificio... Cada vez llegan más niños de 15 años (como yo cuando llegué) en lugar de los previsibles jóvenes de 17... Cada vez hay más muchachas, hechas unas duras en la labor de la ingeniería.

Los estudiantes de electrónica circulan con sus "loncheras" (cajas de plástico donde se cargan implementos de laboratorio de electrónica, que parecen portacomidas a primera vista) y con sus laminas para probar circuitos (QT). Los estudiantes de civil van con barras metálicas de colores, que no se muy bien para que sirven... (Creo que tiene que ver con topografía)

En las horas pico, hay tanta gente, que para entrar a clase mucha gente se abre paso de maneras poco amables. Pero todo el mundo se lo toma de buena manera, pues el tumulto no es culpa de ninguna de sus víctimas.

Hay un laboratorio de Hidráulica inmenso, que siempre llama la atención de los visitantes. Los laboratorios de electrónica no son tan vistosos, pero no son menos complejos. (Lo diré yo que casi "me rajo" (colombianismo por "pierdo") todos)

A medida que uno va avanzando en los semestres va subiendo pisos hasta llegar al más alto, dónde además de las decanaturas hay varias oficinas de profesores. Hay una cartelera donde todos los estudiantes se aglomeran para ver las notas de sus exámenes. Es otro espacio difícil de sobrellevar.

Al lado de este edificio está el "parque de ingenierías" que contrario a lo que su nombre sugiere, no es un laboratorio tecnológico ultra-avanzado. Es simplemente un parquecito con árboles, sillas y un montón de estudiantes compartiendo un rato de descanso.

Este parque separa el edificio de ingenierías, del bloque de la facultad de educación donde se dicta la interesantísima carrera "Ingeniería Física" y del instituto de Postgrados en Electrónica (Construcción de un sólo piso) a donde van a parar varios colegas después de haber subido tantos pisos.

En el otro lado del cuadrado parque está la calle, la cual no es fácil de alcanzar gracias a una sofisticada cerca que pusieron hace pocos años.

En medio de este parque hay una aplanadora antigua que carga con la leyenda de una maldición: Quien se tome una foto allí, es expulsado de la facultad por bajo rendimiento (El verbo popular para esta situación es "balancear"). Es justo decir que muchos han sobrevivido...

Yo, mientras estaba en los laboratorios de electrónica, solía mirar un poco hacia el parque, como escapando de alguna manera metafísica de mi realidad inmediata. Y a veces, como una salida desesperada, salía corriendo al balcón a refugiarme del mundo. A mirar atardeceres (el mejor de ellos uno que me presentó la Toña) y a pensar sobre el futuro.

2 Comments:

Blogger Leodegundia said...

"Y a veces, como una salida desesperada, salía corriendo al balcón a refugiarme del mundo"
Tal vez tu alma de poeta necesitaba huir para encontrarse consigo mismo durante un momento.
Un abrazo

1:26 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Bonito retrato de la FIET.

Me causó mucha gracia el comentario sobre el paso de muchos al IPET, incluyendo a los estudiantes de tesis.

6:05 a. m.  

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