viernes, noviembre 18, 2005

Alma cuencana

Conocí la alegría del pueblo ecuatoriano, de la mano de un par de familias cercanas a mi hogar.

Las recuerdo así: Las dos hermanas cuencanas, casadas con dos hermanos pastusos, eran el centro de la fiesta. Eran el eje de la alegría. y el núcleo de la sonrisa.

Ya algo entradas en años, siempre parecían unas niñas. Siempre enseñando la alegría a sus hijos y al que estuviera cerca. Me veo siendo un niño, intentando bailar con la mayor, prácticamente volando, e intentando llevarle el paso a aquel huracán.

Años después la menor me enseñó lo poco que se de la guitarra. Con una paciencia infinita, con un gran amor. Nota por nota y combatiendo el que es hasta hoy mi mayor obstáculo, el manejo de la fuerza en los dedos.

Era chévere: Una señora ecuatoriana, enseñándole a un adolescente colombiano a tocar Cielito Lindo, la canción mexicana por excelencia. (Gracias a lo que aprendí tocando Cielito Lindo, luego pude hasta tocar algunas canciones de Rock en Español, y hasta de Los Beatles, no sin dificultad, claro)

A esos recuerdos vuelvo continuamente: A una niñez intentando bailar o escuchando las espléndidas guitarras que tocaban Boleros, Rancheras y Bambucos... A unas clases de Guitarra mexicanísima con una Ecuatoriana...

3 Comments:

Blogger Eduardo Waghorn said...

Hermosos recuerdos...qué música es la típica de tu zona, Raúl?
Ahora bien,recién publiqué un artículo sobre nuestro gigantesco universo, tus comentarios siempre son oportunos en mis blogs.
Saludos.

12:52 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

¡Que bueno es eso de unir a gentes del mundo!, si fuésemos más sensatos, todos nos podríamos enseñar unos a otros diferentes cosas y al final todos seríamos más ricos en sabiduría.
Un abrazo.

9:30 a. m.  
Blogger Gema said...

Buenas Raúl,
yo siempre he deseado aprender a tocar la guitarra, algún día me iniciaré con ello, tiene que ser muy bonito aprender.
Un abrazo

2:08 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home